Mi vocación de abogada se vio claramente sorprendida cuando descubrí que era el social y no el jurídico mi campo de juego. Después de especializarme en organización y recursos humanos, me dediqué a esta función algunos años en la confianza de que podría mejorar la calidad de vida de muchas personas y obtener un mejor rendimiento del trabajo para las organizaciones. Algunos convenios, bastantes alegrías y muchas ilusiones después, descubrí que en las empresas que conocía faltaba algo esencial, la clave de la motivación intrínseca y, por supuesto, la clave para disfrutar…
Ahora me toca cambiar un poco el mundo!!!